A veces me gusta dejar reflexiones en el blog. No sólo materiales que puedan ayudar. Hoy os dejo una canción que hice para este día especial.
Hoy, en el Día de la Madre, quiero hablar de algo que ha hecho una gran diferencia en mi vida: no vivir la maternidad sola.
Ser mamá puede ser agotador, confuso y maravilloso todo al mismo tiempo. Pero cuando estás rodeada de otras mujeres que también están criando, aprendiendo, equivocándose y volviendo a intentarlo, todo se vuelve un poco más ligero.
He encontrado apoyo en conversaciones sinceras, en consejos sin juicio, en esas miradas que dicen “te entiendo” sin necesidad de muchas palabras. A veces, lo que más necesitamos no es una solución, sino saber que no estamos solas.
Hoy celebro eso. Ser mamá en compañía. Compartir la carga, las risas, los miedos, los logros. Aprender juntas, crecer juntas. Porque aunque cada maternidad es distinta, el camino se hace mejor cuando lo recorremos junto a otras que también lo están viviendo.
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