Cuando sabíamos que María venía en camino comenzamos a preparar todo lo que un bebé podría necesitar.
La habitación, la ropita,... en fin, lo que cualquier mami o papi se pone a hacer cuando va a venir una peque. Pero María tiene, como yo digo a veces, "la desgracia de tener papis maestros", así que cuando veíamos un cuento que nos gustaba también nos hacíamos con ello.
Un día encontré el cuento de "El niño Jesús" de Caroline Jayne Church.
María fue creciendo y el libro, como otros cuantos, está en su pequeña biblioteca. Una a su altura a la que le es muy fácil acceder.
Tal y como pone este libro "desde la suave piel de las ovejitas hasta la aterciopelada capa de los Reyes Magos, este libro con texturas es una preciosa intorducción a la historia del nacimiento de Jesús para los más pequeños".
A María le gustaba, así que cuando lo cogíamos mamá se lo leía a su manera y a la vez que jugábamos con las texturas le añadía algo más al libro.
Llegó la Navidad y este año con mayor ilusión preparamos la casa para estas fiestas. Nuestra sorpresa fue que cuando sacamos las figuras de nuestro Misterio para montar el belén María dijo asombrada: ¡El niño Jesús!. Y eso me hizo ver que las cosas muchas veces son más fáciles de lo que creemos.
Seguimos leyendo el libro cuando María lo coge y mami le sigue añadiendo más cosas. Se trata de que cada día que lo "leamos" y "lo sintamos" preparemos la Navidad.
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